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Innsbruck es la capital de la región del Tirol del Norte en Austria. La ciudad tiene unos 135.000 habitantes y se encuentra a unos 600 metros sobre el nivel del mar en el valle del río Inn. La ciudad está rodeada por las altas montañas de la cadena alpina. Su ubicación lo ha convertido en un popular complejo de deportes de invierno.
La visita a Innsbruck también es interesante desde un punto de vista artístico, la ciudad mantiene un centro histórico bien conservado lleno de edificios medievales, renacentistas y góticos. El acceso desde Italia es fácil gracias a la autopista del Brennero. La frontera italiana está a solo 30 km de la ciudad.
Innsbruck se convirtió en la capital del Tirol a partir de 1429. Más tarde, a fines del siglo XV, fue elegida por el emperador Maximiliano I como sede de la corte imperial. Permaneció la residencia de la rama tirolesa de los Habsburgo hasta 1665. Al final de la Primera Guerra Mundial fue ocupada por un corto tiempo por el ejército italiano.
QUÉ VER: LAS PRINCIPALES ATRACCIONES DE INNSBRUCK
El centro histórico de Innsbruck ha mantenido su aspecto medieval. Pero en su interior contiene edificios de diferentes estilos. Hay palacios renacentistas, iglesias barrocas, casas con frescos y arcadas.
Entre los lugares para visitar se encuentra sobre todo la Iglesia de la Corte (Hofkirche) con la capilla de plata y el monumento funerario del emperador Maximiliano I del siglo XVI. Otros edificios de prestigio es la basílica de Dom St. Jacob (Catedral de Santiago). Aquí está la imagen de la Piedad “María del Socorro” (Maria Hilf) de Lukas Cranach el Viejo, que data de 1520-1530.
Es muy agradable caminar por las calles del centro de la ciudad hasta llegar al famoso Tejado Dorado (Goldenes Dachl) que se encuentra en el palacio Neur Hof, un palacio construido en el siglo XV. El Tejado Dorado fue construido en el siglo XVI con motivo de la boda del emperador Maximiliano I con Bianca Maria Sforza. El techo estaba hecho con tejas de bronce dorado.
La basílica de Wilten es una joya arquitectónica y artística y tiene una fachada principal barroca. Otros edificios notables en el centro histórico son el palacio imperial de Hofburg (Kaiserliche Hofburg zu Innsbruck), el Stadtturm, el Helblinghaus, el Ottoburg. En las afueras de la ciudad se encuentra el imponente Castillo de Ambras (Schloss Ambras), una de las obras históricas más importantes de la capital tirolesa.
