Guía de Viajes de todos los países del mundo
El Parque Nacional Namib-Naukluft, cuyo núcleo original fue fundado en 1907 por la administración colonial alemana y posteriormente ampliado, se encuentra hoy entre las áreas naturales protegidas más grandes del continente africano (49.768 km2). Los paisajes que se pueden admirar son realmente impresionantes y representan la quintaesencia del desierto de Namib. La región se caracteriza por formaciones rocosas altas y aisladas llamadas “inselbergs” o “kopjes” (esta última es una palabra afrikaans que indica “montañas desérticas aisladas”) formadas por rocas de granito rojo. Mientras que la parte más oriental del parque está formada por las montañas Naukluft.
QUIZÁS EL DESIERTO MÁS ANTIGUO DE LA TIERRA
El desierto de Namib, que ocupa la mayor parte del territorio del parque, es probablemente el desierto más antiguo del mundo con una edad de aproximadamente 80 millones de años. Este inmenso mar de dunas se extiende de norte a sur a lo largo de la costa del océano Atlántico durante más de 1.600 km y de oeste a este para una profundidad en el interior que varía entre 50 y 160 km.
La palabra “Namib”, en idioma Nama significa “espacio abierto”. Los vientos son los principales responsables de dar forma a las dunas de Namib, cuyo color indica su edad. De hecho, el hierro contenido en la arena se oxida con el tiempo, creando el característico color rojo anaranjado de las dunas de Namib.
Las dunas del desierto de Namib son las más altas del mundo, superando los 300 metros sobre la llanura desértica circundante. Una cantidad sorprendentemente alta de formas de vida se ha adaptado a vivir en este territorio extremadamente árido. Entre estos se encuentran hienas, chacales, oryxes, serpientes, escarabajos y otros tipos de insectos. Mientras que muchas variedades de aves se encuentran cerca de los raros cuerpos de agua temporales (como sucede en Sossusvlei).
Las lluvias muy raras (10 mm por año) a veces alivian el suelo completamente árido durante el resto del año. Aunque las nieblas que se forman en el cercano océano Atlántico traen regularmente una cierta cantidad de humedad.
